Es una cuestión que en general a todos/as los que tenemos hijos/as en primaria o secundaria nos preocupa en algún momento.
¿Cómo organizar las tardes durante el curso escolar? ¿Cuántas horas debe estudiar? ¿Donde debe ponerse a estudiar? ¿Solos o con ayuda?, estas son algunas de las cuestiones más frecuentes que nos plantean las familias.
Hay momentos en los que por el ritmo vital en el que estamos sumergidos, trabajo, casa, compra, tareas extraescolares, etc, vamos algo faltos de tiempo. El estrés al que estamos sometidos tanto adultos como niños hace más complicadas la realización y organización de las tardes durante el curso.
Para que no sean un caos que acaben teniendo consecuencias mayores como tensiones familiares, discusiones, gritos, mentiras, evitar hacer las tareas, etc. Creemos que es fundamental la organización y el establecimiento de rutinas.
La organización de las tardes debe de ser algo muy específico de cada familia y cada casa. Ya que las circunstancias de cada uno son siempre distintas a las de otros.
Por ello se hace muy complicado establecer una rutina estándar para todos. Teniendo en cuenta ese aspecto nosotras desde EDUCAR-T os hacemos una serie de recomendaciones o reglas básicas que adaptadas en cada caso puedan ayudaros.
Es fundamental parar y en un momento en el que estemos tranquilos con papel y lápiz delante elaborar un horario. Al igual que los niños/as tienen estructuradas las mañanas en un horario también se puede estructurar las tardes.
El horario es algo que ayuda a establecer rutinas, que les ayuda a prever en cada momento lo que va pasar dándoles así autonomía, nos ayuda a limitar los tiempos de juego, de trabajo y otras obligaciones.
Es importante que los niños/as se involucren en la elaboración de ese horario, que lo sientan suyo, coloreándolo, haciéndole dibujos o poniéndolo en su habitación en un lugar visible.
Una vez que tengáis el horario recogiendo en el las actividades extraescolares, los turnos de trabajo que tengáis, el espacio para estudio/tareas y juegos. Debéis ayudarlos a llevarlo a cabo. Necesitan que los motiven, que les recuerden que miren el horario para saber que les toca hacer después. Hasta adquirir un habito de estudio correcto.
Las tareas escolares y el tiempo de estudio. Es conveniente que todos los días dediquen un espacio de tiempo, entre 1 hora y 1 hora y media en el caso de primaria y 2 horas en el caso de secundaria, a trabajar en casa.
En ese espacio de tiempo pueden realizar las tareas (deberes) y si no tienen tareas dedicarán el tiempo establecido a repasar y estudiar los temas que estén dando en clase.
Es conveniente que dediquen ese tiempo de domingo a viernes, descansando siempre un día a la semana, a ser posible los sábados.
Se recomienda que la tarde del domingo se estructure igual que las tardes de lunes a viernes para coger el ritmo desde ese día y los lunes no encontréis tanta dificultad para retomar la rutina.
El lugar donde deben estudiar no tiene por qué ser obligatoriamente su habitación. Sino que puede ser un espacio cómodo, en el que dispongan de las herramientas necesarias para estudiar (mesa, silla y buena iluminación). Si es muy importante que no haya elementos de distracción en ese tiempo que están trabajando como pueden ser televisiones, música, electrodomésticos ruidosos, etc.
Los niños/as deben realizar sus tareas SOLOS, es decir con la ayuda si la precisan de un adulto pero no con una figura adulta a su lado durante todo el tiempo de trabajo. Lo idóneo es que se les explique lo que no entienden y que el adulto se retire de su lado (realizando otra actividad) mientras ellos desarrollan los ejercicios o estudian.
Los niños/as necesitan que se les den responsabilidades y que adquieran autonomía de trabajo. Para ello los adultos debemos ser conscientes que sentándonos a su lado hasta que acaban el trabajo no les ayudamos a adquirir esa autonomía ni esa responsabilidad. Deben sentirse seguros de ellos mismos y para ello debemos dejarlos que cometan errores aunque nos lleve más tiempo ayudarles a subsanarlos después.
No olvidéis que como niños/as que son deben tener todos los días un tiempo para jugar, descansar o realizar otras tareas que no sean escolares.